Reseña

A mitad del siglo pasado un torbellino de aire fresco sacudió
y renovó la Iglesia en Chile. En solo 16 años de ministerio
pastoral, antes de morir inesperadamente de cáncer a los 52
años, Alberto Hurtado remeció las bases de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo, marcando un antes y un después en nuestro modo de entender a Dios, el compromiso social, la identidad católica.
¿Qué fuerza lo movía? ¿Cómo mantenía su constante sonrisa y buen ánimo, que transmitía a todos los que encontraba? ¿Qué
luz guiaba su incesante preocupación y atención por los más desfavorecidos y por la sociedad chilena? ¿Cuál era la fuente de su vibrante
pasión y su habitual alegría? ¿Dónde podemos nosotros encontrar ese
secreto, necesario para nuestro corazón y para nuestros tiempos?
En estas páginas acompañaremos el camino humano y divino de un hombre conquistado totalmente por Cristo, quien lo fue
transformando para hacer de él el primer santo de nuestra patria,
junto a Teresa de los Andes, nuestra primera santa.
Sigamos estos capítulos entendiendo que ellos hablan
también de nuestra historia, la tuya y la mía, pues lo que ocurrió en el
corazón del protagonista de este libro también puede ocurrir en ti o
en mí. El Espíritu quiere suscitar también hoy nuevos santos y santas,
si tú crees en el don de Dios.
Que la luz de Dios habite tu corazón y guíe tu lectura