Reseña

Mi infancia la caminé por las calles del barrio San Eugenio, entre la maestranza de ferrocarriles, las casas viejas y las ferias libres. Precisamente, en esos improvisados y humildes puestos me detenía a observar los juguetes de plástico y las viejas revistas deportivas.
Mi madre me miraba con asombro cuando yo, muy resuelto, acordaba el valor con algún vendedor para adquirir sus añosas publicaciones. Así, a veces me iba a la casa con dos o tres revistas debajo del brazo y las bolsas de frutas y verduras colgando de mis manos.
Posteriormente, en este camino de letras del deporte que comencé en 2006, tuve el honor de entrevistar a las mismas figuras que aparecían en aquellas míticas revistas que había comprado en los mercados populares. Creo que desde ese momento me hice coleccionista de frases.