Reseña

La literatura gótica es considerada por algunos como un subgénero dentro del terror, pero el argumentar eso podría restarle importancia y valor. Esta narrativa hunde sus raíces en el siglo XVII, fusionándose con dos vertientes: el romance y el terror. Un elemento básico y recurrente que el lector suele identificar de inmediato es la ambientación simbólica de tenebrosas mansiones, cementerios y vastas extensiones de árboles, así como relatos en su mayoría sobre fantasmas y maldiciones entorno a la familia.

No fue hasta el siglo XIX, con la llegada del romanticismo, que surgió el romance gótico, llevando a los escritores a desarrollar desenlaces dramáticos y promesas de amor más allá de la muerte. Estos desenlaces suelen incluir un giro inesperado, con una joven heroína angustiada o atormentada por los recuerdos de melancolía; estos finales raramente terminaban en un “felices por siempre”.

En esencia, este movimiento literario estaba fascinado por la muerte y todos los elementos relacionados con ella. Es una especie de oda al romanticismo oscuro y lúgubre, pero también trasciende, hablándonos de nuestros propios miedos secretos, creencias y supersticiones ante lo desconocido o maldito, bajo la amenaza de las criaturas de la noche o los espíritus errantes.

La autora Ann Radcliffe impulso a una nueva generación de escritoras a adentrarse y explorar este nuevo género, vislumbrando el potencial reivindicativo de estas ficciones góticas escritas por mujeres, cuyo objetivo era reformular el canon literario y hacerlo más inclusivo. Esto se definiría más tarde como “gótico femenino”.

Debemos tener en cuenta que este género era dominado por autores masculinos; autoras como Mary Shelley (“Frankenstein”), Elizabeth Gaskell (“Cuentos Góticos”) exponen en cada historia sus temores íntimos, encubiertos dentro del contexto fantástico del terror, incluyendo actitudes sexistas como la reclusión de la mujer en la esfera doméstica, extorsiones y violencia de genero.

“Umbra Perpetua, Terror gótico escrito por mujeres” sumergirá al lector en el universo de la escritura femenina, con la voz de mujeres latinoamericanas que exploran el género del terror gótico. Erigiéndose como faros de creatividad y talento entre la niebla espesa, iluminando el camino para las generaciones futuras de narradoras de lo macabro y lo sobrenatural.

Alejandra Palacios Heredia
Escritora y editora en Calvaria Ediciones