Visitas de colibri
A sus más de cuarenta años, Juan Miguel lleva aún marcadas en su alma heridas de infancia a causa de violencia intrafamiliar. Creía que se cerrarían con la muerte de su padre. Sin embargo, las secuelas del desprecio y los constantes malos tratos, el dolor por la trágica pérdida de su madre, y la inseguridad de crecer en el abandono a su suerte en un internado, siguen ahí y no lo dejan avanzar.
“Estoy envejeciendo, me siento más allá de la mitad del camino de la vida y no soy nadie, no tengo nada, vivo en un eterno recuerdo, en un eterno escapar. Ya no está él aquí, y sigo escapando de él”.
¿Será capaz de encontrar paz? ¿Será capaz de resistir los secretos de su padre que está a punto de descubrir?