En la memoria del agua viven las piedras
En los Andes adentro, dónde el cóndor suspendido en su vuelo vive desde hace bastantes años, cercano al sol se encuentra el anciano volcán Maipo que, a tiempos cósmicos y calmosos, da origen al río con su mismo nombre. Desde las alturas de la caldera diamante, útero gestor del valle y todos los sujetos pétreos, hasta su desembocadura en el océano pacifico hay una distancia de 250 km. Esta recorre sinuoso el cuerpo de agua, abasteciendo de vida, de múltiples vidas en su descenso. A pocos kilómetros de su naciente están los otros ancianos habitantes en estos paisajes, los volcanes San José, Tupungatito y Tupungato, que desde su lecho nacen los ríos Colorado, Volcán y Yeso; todos estos afluentes del río Maipo.