Mi tren de madera
Agus, la amiga del cielo
Un zumbido suave empezó a escucharse en el cielo. Primero lejano, luego más fuerte. Tomás y Clara
se miraron emocionados. Corrieron hasta la pista que habían preparado. Las luces titilaban y la gran H
blanca brillaba bajo el sol. Entonces la vieron: un helicóptero de colores pastel descendía con
elegancia. Sus hélices giraban despacito y su voz era dulce como el viento.