Mi tren de madera
Trenes de otoño
Tomás se despertó con un olor distinto en el aire. Afuera, el viento suave silbaba entre las ramas. Al
mirar por la ventana, notó que el árbol del patio estaba lleno de hojas rojas, naranjas y doradas. Clara
llegó con bufanda y una sonrisa, mientras sus pasos hacían crujir las hojas secas del camino,
“Es otoño”, dijo.