Reseña

En un mundo que clama por soluciones concretas frente a la crisis climática, La revolución de los mini bosques de Hannah Lewis propone una acción simple, poderosa y al alcance de todos: plantar un bosque nativo, pequeño pero vibrante, que regenere vida donde parecía no haberla.
Inspirado en el método desarrollado por el ecologista japonés Akira Miyawaki, este libro nos invita a transformar veredas, patios, rotondas y rincones urbanos en bosques densos, biodiversos y autónomos. Lewis explica con claridad los fundamentos ecológicos que hacen de los mini bosques una solución eficaz: cómo la diversidad fortalece los ecosistemas, cómo las plantas enfrían el planeta y por qué las especies clímax nativas son clave para restaurar la memoria viva del paisaje.
A través de historias que cruzan continentes —desde los colegios de Holanda y las avenidas de París hasta un pasaje de concreto en Beirut—, la autora muestra cómo comunidades de todo tipo están convirtiendo terrenos olvidados en verdaderos oasis regenerativos. Con sensibilidad y rigor, Lewis ofrece además una guía paso a paso para diseñar y plantar un bosque al estilo Miyawaki, incluyendo cómo seleccionar las especies adecuadas, preparar el suelo y acompañar su evolución.
Pero este libro es mucho más que una metodología. Es una declaración de amor a la Tierra y una invitación urgente a actuar. En un tiempo marcado por el colapso ecológico, los mini bosques nos recuerdan que incluso una pequeña parcela puede convertirse en refugio, en cuna de vida, en corazón palpitante de un nuevo futuro.
La revolución de los mini bosques no solo enseña a plantar árboles: invita a sembrar esperanza, reconstruir comunidad y recuperar el sentido de pertenencia. Donde todo parecía estéril, brota la vida. Porque al regenerar la Tierra, también regeneramos nuestra propia humanidad.