La telaraña de mi vida
Un hilo de recuerdos y reflexiones
“Todo está guardado en la memoria.
Sueño de la vida y de la historia”.
Cita de la canción de León Gieco, 2001
La cita del epígrafe resuena profundamente en José Calderón Urzúa, sociólogo, obrero de la cultura y autor de más de cincuenta canciones, cuando se dispone a compartir la historia de un hombre comprometido de manera inquebrantable con el cambio y la búsqueda de un país más justo y equitativo.
De manera coloquial, suele decir que a sus más de setenta y tantos años, ha pasado “las de Kiko y Kako". Ahora, sumido en la introspección, desea explorar un recorrido que, aunque personal, se conecta con muchos otros. A lo largo del tiempo transcurrido, ha reflexionado sobre el papel de un ser humano en la vasta red social, para concluir que cada uno de nosotros es un hilo dentro una inmensa tela de experiencias y emociones que nos moldean y nos definen.
En el proceso de bucear en sus recuerdos, decidió exponer las interacciones y relaciones que han dado forma a su vida. “Al igual que un tapiz, nuestras historias, aunque parezcan individuales, son parte de un diseño más amplio y complejo, donde lo personal se entrelaza con lo colectivo”, expresó al momento de ponderar el profundo deseo de demostrarlo en la escritura de su autobiografía. Es por eso que cada persona que evoca y cada experiencia vivida representan un nodo en su conjunto de relatos.
Al reflexionar sobre las telarañas, encontró en ellas la metáfora perfecta de nuestras relaciones efímeras y hermosas. Para él cada experiencia, ya sea positiva o negativa, actúa como una hebra que se entrelaza con otras, creando la rica y diversa estructura de nuestras vidas. A través de cada historia personal, cada risa, cada lágrima, cada encuentro y despedida, se propuso mostrar cómo llegó a ser quien es.
A veces, las circunstancias y el contexto llevaron a muchos de sus amigos de adolescencia y juventud por caminos diferentes: algunos se convirtieron en grandes revolucionarios, otros llegaron a ser personajes afamados y exitosos. Hasta hubo quienes se transformaron en transgresores de la ley, consumidores habituales e, incluso, “traficantes”.
Vivencias como éstas explican, de alguna manera, que cada nuevo camino lleva a diferentes resultados y experiencias y refleja la necesidad de elegir entre opciones que nos presentan las interrelaciones y circunstancias, que nos conducirán hacia destinos diferentes y no programados. La complejidad de enfrentar bifurcaciones en la existencia nos lleva a tomar decisiones conscientes o inconscientes que pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas.
La intención, al compartir sus memorias, no es solo relatar su vida, sino también abrir un espacio para que el lector comience el entrelazado de sus propias evocaciones; una invitación a recordar juntos que cada uno de nosotros forma parte de un todo más grande, un sistema donde la belleza radica en la complejidad de historias interconectadas. Así comenzamos este viaje, un viaje hacia la introspección y la celebración de lo que somos, juntos.
De este modo, y como ser anónimo, presento a José Calderón Urzúa con las mismas palabras que él hubiera utilizado para presentarse a sí mismo.