Reseña

El cuento brilla por su capacidad de desmitificar las matemáticas, presentándolas, no como una asignatura difícil y aburrida, sino como un lenguaje universal, lleno de historia, belleza y utilidad. La autora incluye hábilmente conceptos complejos (como el crecimiento exponencial, la notación científica, el plano cartesiano o el fascinante número Pi) en una narrativa accesible y entretenida, logrando que los niños y los no tan niños pierdan el miedo y se maravillen con esta ciencia. Más allá de lo didáctico, el Cero y su amigo Martin, entonan un canto a la auto aceptación y la tolerancia. Cero, con su experiencia milenaria y su voz fuerte y varonil, enseña a Martin y por extensión, a nosotros los lectores, que lo más importante, no es la apariencia, sino el significado y el aporte a la humanidad. La historia subraya el valor de cada individuo, independientemente de cómo se le perciba. Mónica Morales Maldonado, con una dedicatoria al inicio de este cuento motiva a los estudiantes y a su nieto. Martín logra su cometido, acercar las matemáticas con cariño y desvelar su belleza. Este libro es una lectura obligada para padres y educadores que buscan una herramienta divertida y reflexiva para despertar la curiosidad y fomentar una relación positiva con los números. Una obra que nos recuerda que la amistad y la comprensión pueden transformar, incluso la percepción de un simple cero.