Transforia impenitente
En las sociedades de origen colonial la experiencia transexuada suscita el rechazo disfórico del cuerpo. Lo que ocurre es que el género demarca lo que supuestamente concierne a cada “sexo”, excluyendo con ello la transexualidad. Al erradicar el género y la misoginia fóbica instalada por la programación social, los seres fecundantes pueden explorar la fluidez y la metamorfosis, impulsados por el regocijo de una transforia impenitente.