Viaje sin plan
Viaje sin Plan se despliega como una travesía emocional y espiritual, que
comienza con el desconcierto y la remoción de todos los cimientos cuando se recibe “la noticia: hay un diagnóstico”. Ese primer momento, que se transforma en un hito vital, se expande a lo largo del relato hacia una comprensión más amplia de lo humano. La autora, mamá de dos hijos del espectro autista, abre su alma sin resguardos, mostrando sus dudas, sus duelos, sus temores y luchas; sus caídas y victorias cotidianas que, por pequeñas que pudieran resultar a ojos de otros, atesora
como grandes triunfos que van dando sentido a lo vivido. En ese gesto de desnudez —tan poco frecuente en una sociedad que suele ocultar la vulnerabilidad—, radica precisamente la potencia de este libro: su honestidad que conmueve, interpela y busca entregar un mensaje esperanzador.