Reseña

La lectura de La última máscara plantea un ejercicio de develamiento. El
libro se propone como una indagación teórica sobre el individuo y la
sociedad desde la teoría de la historia, convirtiéndose, a mi juicio, en un
ejercicio de arqueología del sujeto histórico: un intento por descifrar las
sucesivas capas, las “máscaras” que han dado forma a la conciencia social
moderna. Cada capítulo se presenta como un gesto de retirada del velo,
una búsqueda que, al final, enfrenta la constatación de que tras la última
máscara tal vez no haya un rostro, sino una ausencia: la disolución del
sujeto moderno bajo las tensiones de la cultura y el tiempo. Este apunta
miento crítico, este desenmascaramiento, aunque Rojas lo vierta sobre el
crisol de los debates historiográficos, no se aleja en absoluto de las
sensaciones actuales frente a la inquietud de los cambios acelerados, tan
digitalizados como deslavazados; es como si se quedara al quite de
reflexiones históricas pendientes (y sin embargo urgentes) en torno a la
desesperanza y la desolación de las filosofías ultraindividualistas de nuestro tiempo presente. Puede parecernos que el autor, con esta base, está preparando los textos de un futuro más o menos inmediato.
Pedro Oliver Olmo
Universidad Castilla-La Mancha, España