Reseña

Chile es una larga y angosta faja de territorio ubicada entre el océano Pacífico y la cordillera de los Andes, dispuesta de forma casi paralela al contacto activo y permanente entre placas tectónicas, donde las placas
de Nazca y Antártica (oceánicas) se deslizan bajo la placa Sudamericana (continental) lo que provoca comúnmente diversos fenómenos naturales como terremotos, tsunamis, erupciones y distintos tipos de remociones en masa, que afectan al territorio y a nuestra población. En particular, la Región Metropolitana se dispone a los pies de la cordillera de los Andes, pasando desde unos 600 m snm en la cuenca de Santiago hasta más de 3.000 m snm1 en los cerros cercanos (Provincia, Plomo, De Ramón, Punta de Damas, entre otros), lo que constituye un desnivel de más de
2.500 m en pocos kilómetros. Este brusco relieve hace que muchos sectores sean altamente inestables y, al ocurrir una lluvia intensa o un terremoto, el material se deslice ladera abajo, formando flujos que se
transportan por gravedad conocidos como remociones en masa. En las últimas décadas en la zona central de Chile, han ocurrido innumerables eventos naturales desencadenados por lluvias intensas o por terremotos. Vivimos en un territorio dinámico donde los fenómenos
naturales son habituales y seguirán ocurriendo. El aumento sostenido de la población en esta zona ha llevado a habitar espacios donde se producen este tipo de fenómenos, por lo que debemos aprender a convivir con los peligros asociados a la ocurrencia de estos y a estar preparados para prevenir y reaccionar cuando ocurran.