Educar, ¿para qué? Mensajes para una educación con futuro
No es casualidad que los países que hoy son señalados como ejemplos de desarrollo social, sean aquellos en los que toda la sociedad se ha unido en torno a la educación de sus niñas, niños y jóvenes. Porque para que la educación rinda frutos, es necesario que sea un lugar de encuentro de las aspiraciones de toda la sociedad. Y además, es fundamental que las instituciones sociales vaya apuntando en esa misma dirección.
En este libro más de treinta entrevistados de Chile y el extranjero coinciden en que hoy es apremiante un pacto nacional por la educación, a través del cual las sociedades asuman y se comprometan con una educación que sea base para el futuro social y la estabilidad de las democracias. Se trata de un compromiso profundo e irrestricto en torno a valores como la tolerancia, la paz, la equidad, el respeto y el bienestar, entre otros, para que todos nuestros niños, niñas y jóvenes pueden aprender, desarrollarse y ser parte activa en sus comunidades locales y en el país.
Un pacto nacional por la educación significa asumir los costos de la construcción de mejores escuelas, mejores condiciones para los docentes y entregar un mayor apoyo a la educación pública. También, trabajar por más y mejores herramientas para mejorar la efectividad de las políticas públicas. Un pacto en educación equivale a decir: “De aquí a 12 años nuestro principal capital serán nuestros egresados de la educación escolar”.