Reseña

La sexualidad femenina aún en el siglo XXI sigue siendo un tema que provoca recelo en la sociedad. Está llena de limitantes, prejuicios, represiones y cuestionamientos hacia la libertad de los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y disidencias.
Frecuentemente son cuestionadas al verbalizar temas como el goce y el placer y se ven expuestas a exigencias sobre su cuerpo y comportamiento.

“El cuerpo es mudo, el cuerpo es carne” busca mostrar voces poéticas femeninas que expresen con total libertad los propios deseos y fantasías, que cuestionen las imposiciones sociales y desmitifiquen la sexualidad, que provoquen abrir debates frente a la sumisión que se espera de la mujer en un mundo patriarcal.

Estos poemas son un testimonio de resistencia a la anulación que durante siglos ha relegado a la mujer a un rol sexual pasivo y a los espacios privados, donde debe estar dispuesta a satisfacer el placer de un otro, dejando en segundo plano el propio deseo.