Una madre en transicion
Esta obra no es solo un relato sobre la maternidad; es una invitación descarnada a explorar las profundidades del alma de una mujer que se atreve a cuestionar sus propios cimientos. Escrito desde la vulnerabilidad absoluta, el texto se presenta como un desahogo necesario frente a un proceso que germinó entre dudas, culpas y las inevitables frustraciones que conlleva el criar en un mundo en constante cambio.
La autora transita por un camino de deconstrucción personal, enfrentando con honestidad su propio "mundo adultocéntrico" y los patrones heredados de su crianza. A través de estas páginas, el lector es testigo de cómo los valores e ideales aprendidos se moldean y transforman para dar paso a una filosofía de vida nueva, una que busca entregar a sus hijos las herramientas necesarias para evolucionar y trascender hacia las futuras generaciones.
El libro recorre las estaciones de un viaje emocional intenso: desde las expectativas de un embarazo difícil de idealizar, hasta la elección de un estilo de crianza que, aunque a menudo criticado, se fundamenta en el apego y la confianza inquebrantable. Sin embargo, el núcleo más potente de esta narrativa reside en el relato de una transición compartida. Cuando Noah inicia su camino como un niño transgénero, la vida de su entorno se transforma para siempre. La autora comprende y plasma que la transición no pertenece solo a quien la vive en cuerpo propio, sino que es una historia colectiva que abraza al hermano, al padre y, de forma visceral, a la madre.
Es un testimonio de amor incondicional y resistencia. A pesar de los altibajos, los miedos y los desafíos externos, este libro se erige como un monumento a la aceptación. Es la crónica de una aventura vital que la autora agradece transitar, demostrando que el cambio, aunque a veces aterrador, es la mayor prueba de lealtad hacia quienes más amamos.